De la granja hasta el plato: garantizar la inocuidad de los alimentos es responsabilidad de toda la cadena alimentaria.
Las buenas prácticas de higiene y desinfección son clave para lograrlo.
Según la Organización Mundial de la Salud OMS, se estima que 60 millones de personas enferman cada año por ingerir alimentos contaminados y se calcula que más de 200 enfermedades, que van desde la diarrea hasta el cáncer, son producidas por patógenos o sustancias químicas nocivas que contienen los alimentos.
Si bien estos datos responden a un cómputo global, incluye países en los que las medidas para garantizar la inocuidad de los alimentos son escasas o nulas; no podemos obviar que las medidas de higiene y desinfección salvan vidas.
Para garantizar la inocuidad de los alimentos son necesarias un conjunto de condiciones, acciones y medidas de control que actúen a lo largo de toda la cadena alimentaria (producción, procesado, almacenamiento, distribución, venta, etc.)
La inocuidad de los alimentos y los sistemas de control
El compromiso de la industria alimentaria y los organismos gubernamentales en favor de los procesos de limpieza y desinfección en Europa está fuera de toda duda.
la industria alimentaria es consciente de la importancia de la limpieza y desinfección de las instalaciones de producción para:
- Proteger al consumidor.
- Mejorar la calidad de los productos.
- Salvaguardar la reputación de las empresas.
Por esta razón, los sistemas para garantizar la inocuidad de los alimentos han evolucionado desde los primeros modelos de control, centrados en la inspección antes del consumo, a modelos centrados en la prevención.
En este sentido, el sistema basado en el análisis de peligros y el establecimiento de puntos de control crítico, APPCC, al igual que el resto de los sistemas actuales de control (BRC, IFS o ISO-22.000) permiten adecuar las medidas de prevención al nivel de riesgo evaluado.

Sin embargo, Agencia Europea de Seguridad Alimentaria, EFSA, y el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades, ECDC publicaron en 2021 un informe sobre enfermedades zoonóticas del que nos hicimos eco en este blog. El Campylobacter y la Salmonella y la Echeria coli, por este orden, fueron las bacterias que más casos de toxoinfecciones alimentarias provocaron en la Unión Europea.
Lo que demuestran estos datos es que, aunque con avances significativos en las medidas de control sobre la inocuidad de los alimentos, son frecuentes las alertas sanitarias sobre un producto con el consecuente perjuicio para la empresa alimentaria y la confianza del consumidor.

Agua y materias primas seguras para salvaguardar la inocuidad de los alimentos
Estos esfuerzos comienzan en la desinfección de aguas. Estamos ante un tema transversal, desde el agua con el que se riegan los vegetales o beben los animales, hasta la que se usa como ingrediente en el procesado y lavado de alimentos; el agua está vincula a toda la cadena alimentaria. Sin embargo, los patógenos encuentran en el agua un medio ideal para desarrollarse, amenazando la inocuidad de los alimentos y la viabilidad de las instalaciones.
Los desinfectantes Sanosil que, en 2022 cumplen 40 años, nacieron para dar a los problemas de la desinfección del agua. Los productos usados para tratar el agua presentan varios inconvenientes que afectan a la inocuidad de los alimentos. Su formulación a base de peróxido de hidrógeno (H2O2) y plata (Ag+), se combinan en Sanosil mejorando el efecto desinfectante de cada uno de las dos sustancias activas por separado hasta en un 1000%. (Pedahzur, 2000).
Estamos ante desinfectantes efectivos ante un gran número de patógenos (bacterias, esporas, biopelículas, hongos, moho, virus y amebas) siendo, al mismo tiempo, productos con muy baja toxicidad, que no producen resistencias en los microorganismos.
Por su lado, la cría de animales hace frente a medidas cada vez más restrictivas en cuanto al uso de medicamentos y, por tanto, se deben reforzar las medidas de higiene y bioseguridad para garantizar la salud de los animales. A este respecto, Sanosil lleva 40 años contribuyendo a la bioseguidad en las explotaciones ganaderas a través de la desinfección del agua, abrevaderos, instalaciones y medios auxiliares.
La producción agrícola, que encara la campaña más cara de la historia, no está exenta de la necesidad de reforzar las medidas de desinfección como estrategia preventiva y en favor de la inocuidad de los alimentos. Tratamos este tema en profundidad en el artículo ¿Cómo reducir el coste de la campaña agrícola más cara de la historia?
La inocuidad de los alimentos: los protocolos de limpieza y desinfección
Los patógenos son ubicuos y amenazan la inocuidad de los alimentos. Es decir, están en todos los ambientes, se reproducen tanto en altas como en bajas temperaturas y en un amplio rango de PH. Desde las superficies, se pueden contaminar a los alimentos por contacto directo o contaminación cruzada.
Por otro lado, los “biofilms” son un refugio para los patógenos en el que se hacen más resistentes y suponen una pesadilla para la totalidad de la cadena alimentaria. Hablamos sobre su problemática y cómo Sanosil ayuda a su control, en el artículo Biopelículas, una pesadilla para la bioseguridad de las empresas.
Basados en el análisis de los diferentes Puntos Críticos de Control y las necesidades descubiertas, estos protocolos deben adaptarse a los distintos procesos que se lleven a cabo en cada eslabón de la cadena. Manipulado, procesado y actuaciones posteriores como envasado, almacenamiento, transporte y distribución deben ser tenidos en cuenta en el desarrollo de estos procedimientos.

La elección de desinfectantes es un punto vital para la salvaguarda de la inocuidad de los alimentos en cada uno de los eslabones de la cadena alimentaria. El desinfectante ideal debería:
- Ser altamente efectivo, de acción rápida y duradera ante un amplio espectro de patógenos.
- Capaz de eliminar las biopelículas.
- Sin residuos tóxicos.
- Compatible con la mayoría de las superficies de aplicación sin degradarlas.
- Sostenibles y biodegradables.
Así son los desinfectantes Sanosil. Además, los desinfectantes Sanosil, provocan la muerte celular completa de los patógenos sin crear resistencia en ellos. Por eso, nuestra gama de desinfectantes lleva más de 40 años manteniendo un alto nivel de seguridad y por ende, salvaguardar la inocuidad de los alimentos.
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